MÁS QUE ARQUITECTURA: HECHOS CULTURALES!

28 de octubre de 2010

El director de obras (hombre feliz que no tiene nada que hacer...)

      Como todos saben, el director de obras no tiene nada que hacer, salvo: PENSAR sucesivamente qué hay que hacer, cómo se debe hacer, dónde hay que hacerlo y quién lo tiene que hacer, INDICAR los qué, dónde, y quién y EXPLICAR el cómo.

     A continuación, ATENDER los argumentos por los cuáles no se debe hacer, o hay que hacerlo de otro modo o lo debe hacer otro que el designado, y PENSAR conclusivas y concluyentes respuestas para vencer la oposición.

     Transcurrido el tiempo que debió tardar en hacerse la cosa, debe VER si fue hecha, DESCUBRIR que no fue hecha, AVERIGUAR por qué no fue hecha, ESCUCHAR las excusas de quien debió hacerla y no la hizo y PENSAR las razones para desestimar esas excusas.

     Luego de otro período de tiempo, VER otra vez si la cosa fue hecha, COMPROBAR que ahora sí fue hecha, pero que se la hizo mal, y REPETIR la explicación de cómo debió hacerse.

     Y por fin, aunque la cosa esté hecha mal, DECIDIR que, desde que está hecha, es mejor dejarla como está para no atrasar la obra y porqué muy probablemente, si la vuelven a hacer, la harán peor.

Adaptado del original en inglés sin autorización de su autor anónimo por GERSON s.a.

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